Antigua Almazara

En 1947 se inicia una aventura que durará casi 40 años. Se asociaron 20 olivareros de Robledollano e iniciaron esta gran empresa 

Uno de los accionistas puso el terreno a cambio de su participación y el resto aportado una cantidad de dinero a partes iguales. 

Luego, se pagaba un canon en función de la producción de cada uno de ellos. El objetivo era transformar el excelente olivar en un aceite de calidad. Actualmente el aceite Villuercas Ibores Jara está protegido bajo una denominación de origen. 

INDUSTRIA
ALMAZARA

La variedad dominante en el término es la manzanilla cacereña, la más apreciada por los sabores que la finura de su aceite, un aceite que brilla como el oro. Pero esta variedad también se puede consumir en mesa directamente. es muy apreciada por la gran cantidad de pulpa y su sabor, pero sobre todo por la calidad del aceite de Virgen extra que se extrae de ella que sin duda alguna puede estar entre los mejores del mundo. 

la superficie total de esta industria ocupaba más de 1000 m2. Se dispusieron amplios espacios para la actividad que se desarrollaba principalmente en la nave de 200 m. 

Era una industria muy buena, puntera en su momento. en principio había un motor alemán de gran tamaño que movía todos los engranajes. funcionaba con gasoil y parecía que podría estar en marcha durante varias vidas. 

Eon el paso de los años se cambió a la energía eléctrica y los motores se actualizaron. en total 17 o 18 máquinas que realizaban el mayor parte del trabajo, estuvo activo hasta finales de los años 80, cuando se les pedía otro importante desembolso para realizar la almazara a las modernas Bing rigurosas normativas de instalaciones y equipamientos. 

Esta fue la principal razón para que todo quedara frenado en seco y los productores fundaron una nueva cooperativa en la otra punta del pueblo para seguir haciendo los finos aceites de robledollano. 

Actualmente el conjunto está bastante arruinado, la techumbre ha cedido en algunas partes y amenaza con caer entero sin embargo las paredes se mantienen muy firmes y sanas. 

Se conserva alguna maquinaria, poca para la que hubo, las mejores y grandes ya no están. quedan los Reyes centrales, poleas en las paredes, algún capazo destrozado y las piedras de moler con buena parte de su mecanismo. 

Otro patrimonio abandonado, esperando una inversión que reconvierta a la vieja almazara a otros usos más adaptados a los tiempos.